Esto… ¿la huella qué? Sí, la huella digital. O lo que es lo mismo, el rastro que deja todo lo que haces/dices/ves/cotilleas en Internet. ¿Ahora caes? ¡Pues claro! Estamos más controlados que el gordo de Navidad, pero no te preocupes, te damos los consejos necesarios para que consigas que nadie conozca tus secretos.
Tienes que partir de una base tan dura como aceptar que las empresas en las que confías lo saben todo sobre ti. Los siguientes consejos pueden ayudarte a limpiar un poco tu imagen digital o, simplemente, a decidir qué datos quieres compartir:
– Borrar tu cuenta de una red social es una medida temporal y no definitiva. Por más que insistas en que no quieres seguir formando parte de la red, la empresa correspondiente guarda tus datos para no dejar de enviarte publicidad.
– Deseat.me. Visto lo visto, había que crear opciones mucho más potentes que evitaran tener que ir programa por programa, y cuenta por cuenta, cancelando tu actividad. En este sitio es posible hacerlo con un clic. Puedes entrar con tu cuenta de Google y, aunque no es efectivo totalmente, sí te ayudará a borrar las cuentas en todo tipo de redes sociales y foros que, como ya sabrás, es donde sale tu yo más cafre y animal.
– Twitter y Facebook, la despedida más complicada. El pájaro azul guardará en su nido tus mensajes durante un mes, aunque te dan la opción de eliminarlos al momento. Facebook no solo guardará noventa días todo lo que has hecho, también te recordará que te has ido y que está llorando por ti. No piques, el jefe de recursos humanos de tu próxima empresa podrá acceder a la música que te gusta, a los «me gusta» y a los comentarios desaforados sobre todo tipo de cuestiones que hayas podido hacer.
– Google, la más fácil de abandonar. Es tan sencillo como entender que has confiado en la empresa y que quieres dejar de usar ciertos servicios. Se agradece la comprensión y que faciliten tanto un proceso que difícilmente será total, ya que en un alto porcentaje de los casos necesitarás siempre una cuenta de Gmail para usar tu móvil Android, entre otras cuestiones.
A no ser que te hayas cabreado con el mundo o que quieras convertirte en ermitaño, es más que probable que termines volviendo a alguno de los servicios que has cancelado, bien sea por necesidad o bien por la utilidad de algunos. Ahora, si has limpiado tu reputación, no te encargues de volver a las andadas.
Sería conveniente que tuvieras en cuenta que tanto las redes sociales como otros programas son útiles para llenar tu tiempo de ocio, pero no pueden convertirse en un vertedero de tus ideas más peregrinas. Vamos, más claro, que si dejas los comentarios fuera de tono para tu foro interno, mejor que mejor.
Si decides volver a alguna red social, fíjate bien en las condiciones de privacidad, selecciona opciones como «mi contenido solo lo pueden ver mis amigos» y no dejes de prestar especial atención al resto de posibilidades que te ofrece cada aplicación. De hecho, el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) europeo limitará el uso de tus datos de forma correcta.
Así que ya sabes, escoge qué quieres hacer, cómo quieres que te vean y el tipo de imagen que quieres transmitir a partir de tu etapa sin Internet. Todo sea por convertirte en una persona que ha ejercido un derecho fundamental a controlar su información de la forma que desea y le apetece.
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