Pocos temas tienen más tirón en Instagram que los gatos y las fotos de pies en la playa (con el lema «aquí, sufriendo»). Pero si hay un sector que destaca, ese es el de la comida. Las fotografías de platos suculentos que nos hacen salivar arrastran a legiones de amantes de la buena mesa. O, al menos, de la mesa bonita.
Conociendo buenas técnicas de fotografía y de composición de bodegones, hasta el plato de color más gris puede quedar resultón y apetecible. Si sueles fotografiar alimentos, no te irá nada mal aprender algunos trucos. Pero, en cualquier caso, siempre hay comidas ganadoras. Son alimentos vistosos y que están de moda. Con uno de estos podrías conseguir «me gusta» a paladas. ¿Sabes cuáles son? Te lo contamos.
La clave está en que tu público sienta deseos de morder la pantalla. Abrir el apetito. Desear comer eso hoy. Para conseguirlo hay que jugar con lo vistoso, bonito y apetitoso. Y con lo que está de moda, porque la comida es como todo, tiene temporadas. Hoy no comemos como en los años 80 ni son populares las mismas cosas que en el 93. Si acudes a lo que todos buscan, tendrás más éxito.
El arte latte es una técnica para dibujar en y con la espuma del café expreso. Estos cafés inspiran tanto modernidad como intimidad, son algo hogareño y urbano al mismo tiempo. Se han convertido en una tendencia en cafeterías especializadas y los dibujos son cada vez más complejos. Es arte efímero que dura un sorbo, pero puedes inmortalizarlo con una buena instantánea que siempre tendrá seguidores.
Es el alimento de moda por antonomasia. Su vibrante color verde, su forma y su significado (saludable y delicioso) lo han convertido en el rey del Instagram más alimenticio. Tiene cierta firmeza, pero también es cremoso, lo que permite presentarlo en varios formatos (rodajas, taquitos, cremas…).
Los amantes de la comida retratada adoran los platos complejos, pero lo que de verdad les llega al corazón es aquello que podrían tener en su propia mesa. Un bocadillo de aspecto sabroso, colorido, original y bien presentado tiene siempre más «me gusta» que la foto de un elaboradísimo plato de restaurante sofisticado.
Nada que añadir, señoría. Está todo dicho.
Copas y vasos llenos de frutas y crema de leche o nata. Sean dietéticos o hipercalóricos, los batidos se han puesto de moda. Eso sí, tienen que tener contraste. Deben verse formas y colores, y deben parecer grandes y originales.
Ensaladas frescas, originales, con muchas cositas, bien organizadas, con colorido y contraste. Hacen disfrutar a tu público tanto como a esas misteriosas mujeres que siempre salen en las fotos partiéndose de risa cuando comen una. Sean de verduras de hoja verde, de verduras cocidas, de pasta o de legumbres; sean de lo que sean, las ensaladas bonitas siempre ganan.
La comida que entra por los ojos y consigue «me gusta» es bonita y apetitosa. Haz buen uso de los colores y de la mezcla de ingredientes. Tienes que apelar a nuestro sentido de lo suculento, de lo satisfactorio.
Esto es válido tanto para hablar de comida vegetariana y saludable como para hacer una demostración de fuerza con tartas, hamburguesas o inmensas copas de helado. ¡Nunca debe ser aburrido y triste! Experimenta, prueba y cuéntalo. Busca lo que emociona a nuestro goloso interior, sea con salados o con dulces. Pero ya te lo advertimos: lo del café con aguacate, mal.
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