Si hay una parte de tu cuerpo que te trae por la calle de la amargura, es tu pelo. Ya has aprendido a controlar tu celulitis, sabes lo que no debes tomar para mantener a tu vientre a raya, y qué postura es la ideal para disimular tu papada y acumular corazones en tus fotos de Instagram. Así que, sí, tu melena es tu asignatura pendiente.
En tu niñez lucías unos rizos de película. Se fueron desvaneciendo con las malas compañías. Los secadores, la plancha de tu madre (la tecnología de última generación de antes, ya se sabe), tus horas interminables en la piscina del pueblo… Tu bromita te regaló un sinfín de arrugas en las yemas de los dedos y un cabello más estropeado que el estropajo que estás a punto de mandar a paseo.
Esos hábitos te han conducido siempre al mismo destino: las tijeras. Te gusta presumir de pelo perfecto, así que no te puedes permitir el lujo de ir por ahí con las puntas abiertas. Tampoco con el cabello con menos brío que tu mejor amiga después de una interminable noche de fiesta.
Y si no es por una cosa, es por otra. Aunque tu melena fuera la más llamativa del barrio, acabarías con los mechones por el suelo de la peluquería con el único fin de cambiar de apariencia después de que tu media naranja se marchara a buscar tabaco… Una vez que has tomado la decisión, ya no hay vuelta a atrás. ¿Qué pensabas, que la cabeza rapada te iba a favorecer? ¿Y ahora, cómo vas a hacerte ese moño con el que pensabas ir a la boda de Sofía?
¡Tranquilidad! No desentonarás en ese enlace. Por fortuna, casi todo tiene solución en esta vida. Y más cualquier cosa relacionada con el físico. Puede que tu remedio ya esté en tu nevera. De no ser así, tan solo necesitarás un paseo al supermercado. Y si mandas a tu pareja, ni eso. Puedes esperar a que regrese mientras te pintas las uñas.
El caso es que hay un alimento que acelera el crecimiento de tu pelo. Es tomártelo, y la vida va al ritmo de la tecla del mando con la que aceleras las imágenes de una película. Se trata de un producto que va a contracorriente. También en este caso, pues trastoca las leyes del desarrollo habitual de tu cabello. Eso sí, lo hace de manera natural.
Además, es riquísimo, y su color, el naranja, simboliza, precisamente, la vida. Efectivamente, se trata del salmón, que no solamente prolonga tu melena en lo que te preparas la cena, sino que la dota de vigorosidad y brillo. ¿Podrías buscarte un aliado mejor? Difícil papeleta.
Este pescado es rico en omega 3. El nutriente en cuestión se encarga de fortalecer los folículos, reduciendo su fase de reposo. Es decir, se despiertan antes que tus niños en el primer día de cole. Es cierto que existen otros alimentos como las pipas de calabaza, el tomate, la zanahoria o los huevos que reman a favor de obra. Eso sí, el salmón contiene también hierro y vitamina B12, otros de los agentes que influyen en el aceleramiento.
Así que las cosas están así: ¿que te has pasado con las tijeras y ahora te molesta el pelo en la cara? Tan solo has de seguir cuatro pasos: carrito de la compra, paseo al supermercado, salmón por doquier ¡y al horno!
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