Y el sexo no iba a ser menos. Comerte un plátano no te convierte en un auténtico volcán, pero es cierto que para desempeñarnos bajo las sábanas con soltura resulta necesaria la presencia de ciertos nutrientes en nuestro organismo. ¿O no has comprobado cómo cuando pierdes o ganas kilos desaparecen esas ansias locas de ponerle un par de rombos a tu vida?
Las dietas milagro (sí, esas con nombres más impronunciables que algunos apellidos de los Países Bajos) hacen mella en nuestras relaciones sexuales. No lo decimos nosotros, sino los expertos. Y es que, los sexólogos aseguran que ese dolor de cabeza convertido en una excusa tan manida como «es que el perro me comió los deberes» supone una minucia en comparación con esa pérdida de energía.
Un desplome que anula por completo nuestra apetencia sexual, pues al no disponer de las vitaminas necesarias, los estrógenos y la testosterona tienen menos potencia que el sol en invierno en Laponia. Triste, ¿no crees?
Entonces, para acabar con una sonrisa de oreja a oreja tras tu encuentro sexual, no debes dejar nada en el plato, como te diría tu abuela. Pero no te vengas tan arriba. Tampoco hay que pasarse. Y es que, los atracones resultan igualmente negativos para el placer corporal. De hecho, con el sobrepeso se pierde agilidad. Tendrás que conformarte con un simple misionero, y, con un poco de suerte, conseguirás hacerle un caño al lumbago. Tu gozo en un pozo, ¿verdad?
Por ejemplo, el azúcar y la menta no son buenos compañeros de las posturas imposibles. ¿Por qué? Son inhibidores de la testosterona, al igual que los alimentos en lata o la carne roja. ¿Chuletón de ternera o un encuentro sexual de elevada temperatura? Tú decides.
En el lado opuesto están los alimentos que podrán echarte una mano en esta cruzada. Apunta: la miel, las nueces y la avena serán tus aliados. ¡Adjudicados para cada uno de tus desayunos! Además, las frutas como el melón y las hortalizas como la zanahoria no deberían ausentarse de tu nevera. Tampoco el jengibre, un gran estimulador de placer. Y, sí, no podía faltar el laureado chocolate. En este caso, no te conformes con saborear la tableta y dale la bienvenida a tus juegos previos.
Con esta cesta de la compra resulta imposible echar por la borda un encuentro sexual. Ahora que ya tienes alguna noción para mejorar tus relaciones sobre la cama, ¿cambiarás tu alimentación? En tus manos está.
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