Y es que tus hijos no solo se han modernizado en lo que a dispositivos electrónicos se refiere. Además, encuentran la excitación en actividades extraescolares más originales que las de antaño. También, en versiones actualizadas de aquella diversión y aprendizaje que se desarrollaba tras sonar el esperado timbre del final de clase. Qué tiempos, ¿verdad?
Con esto no te estamos llamando «simple». Pero sí te decimos que quizá necesites conocer algunas de las propuestas más atrayentes para no apuntar a tus vástagos a pasatiempos con los que resoplen. Vamos, que si no quieres que piensen que eres un carca, atiende a las siguientes ideas.
Estas extraescolares de las que te hablamos no solo ayudarán a los pequeños de la casa a incentivar su curiosidad. También les servirán para aliviar su estrés y desarrollar sus habilidades. ¿Algo más? Por supuesto, ¡les encantarán! Puedes inscribirles a clases de:
El futuro gastronómico de este país está garantizado, a juzgar por la afición a los fogones de las incipientes generaciones. La repostería es, sin duda, una predilección de la mayoría. Eso sí, otros ya se atreven con la cocina de autor. Mientras, tú aún no has aprendido a freír un huevo…
Dominar la guitarra siempre fue tu asignatura pendiente. Ahora tienes la ocasión de cumplir el deseo de tu hijo. Y no solo ha vuelto el interés por los instrumentos de cuerda, o por los siempre mágicos piano y batería. ¿No le resulta atractivo el acordeón? ¿Y el ukelele? Hay un compositor en potencia en ese diminuto cuerpo.
Hay vida más allá del fútbol. Uno de los deportes que está ganando terreno en el corazón de los infantes es el patinaje. ¿Tus niños adoran a Javier Fernández? Dales el capricho. Cómprales unos patines y asómbrate con las virguerías que pueden llegar a protagonizar.
Está claro, el inglés se ha convertido en indispensable. ¿Pero sabías que el chino gana adeptos? Su sonoridad encanta a los pequeños. Y, ya sabes, las frases manidas en ocasiones adquieren sentido: «El saber no ocupa lugar».
En esta ecuación educativa faltan los animales. Estos seres maravillosos, capaces de multiplicar la bondad, la generosidad o la empatía de los humanos, ya protagonizan las extraescolares más divertidas. En algunos colegios se han puesto en marcha clases de convivencia canina durante el recreo de comedor, por ejemplo.
Pasar tiempo con adorables mascotas, atarse el mandil como pequeños chefs o abrir las puertas a la composición son algunas de las actividades al margen de las clases que enamorarán a tus hijos. Porque no todo se reduce al fútbol.
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