1. Los seres humanos olvidamos alrededor del 90% de nuestros sueños. Lo más normal que nos recordemos la mitad del sueño al despertarnos y tras pasar diez minutos, apenas mantengamos en nuestra memoria el 10% del total.
2. La llegada de la televisión alteró el color de los sueños. Antes de su invención, las personas afirmaban soñar en color, algo que cambió con la aparición de este medio de comunicación en blanco y negro. Sin embargo, su evolución a color hizo que las personas tiñeran de nuevo sus sueños y actualmente se calcula que solamente el 12% de la población sueña en escalas de grises, especialmente los adultos.
4. Las personas invidentes también sueñan aunque no sea con imágenes visuales. Los ciegos emplean los estímulos derivados de otros sentidos como el tacto o el oído y son capaces de hablar, sentir, escuchar u oler durante su reposo.
5. Durante los sueños hay acciones muy cotidianas que somos incapaces de hacer como leer un libro o saber qué hora es.
6. Lo que hueles mientras duermes afecta de manera directa al sueño. Un estudio estadounidense demostró que las personas que estuvieron oliendo rosas tenían sueños más agradables que aquellas que lo hicieron al lado de huevos podridos.