A todos nos gusta vivir en una ciudad con gente, infinitos sitios donde ir y muchas actividades para hacer. Pero normalmente estas ciudades son las que más acusan problemas medioambientales como la contaminación.
Esto nos expone, muchas veces sin darnos cuenta, a problemas que pueden afectar a nuestro organismo. De hecho, la polución es uno de los mayores factores que inciden en el mal estado de la piel: provoca envejecimiento prematuro, causa sequedad y obstruye los poros.
Existen muchos trucos para proteger la piel ante la contaminación, pero el mejor es seguir una dieta sana, rica en vitaminas y minerales. Hay varios alimentos que son especialmente recomendables y que no te costará nada añadirlos a tus comidas… ¡Estos son!:
Contiene vitamina E, uno de los antioxidantes más potentes que existen. En general, los frutos secos es uno de los mejores alimentos para la salud. Aportan fibra, grasas saludables, proteína y minerales. Ayudan a controlar el envejecimiento al combatir los radicales libres, que son el centro del deterioro relacionado con la edad.
Igual que las nueces, también contiene vitamina E. Es absolutamente sencillo de añadir a tus recetas, ya que la mayoría lo incorporan de por si. El aceite de oliva desempeña desempeña un papel protector frente al estrés oxidativo celular por su elevado contenido en antioxidantes fenólicos.
Además, contribuye a una correcta mineralización de los huesos. Por ello es muy importante en la edad adulta para limitar la pérdida de calcio que se produce durante el envejecimiento.
El pimiento y la piña, también buenos aliados
Ambos proporcionan vitamina C, que aumenta la producción de colágeno. Hay varios alimentos que te ayudan en este sentido, pero… ¡estos dos seguro que te encantan!
Una exposición constante con la contaminación reduce los niveles de elastina de tu piel. Los alimentos ricos en vitamina C pueden contrarrestar esta tendencia de forma natural.
Ambos son ricos en beta-caroteno y ácidos Omega-3. Estos minerales combaten la irritación que producen en la piel las partículas contaminantes que penetran en ella. Además, calman la piel y evitan la aparición de erupciones.