Todo esfuerzo tiene su recompensa. Recuerda esta frase cada vez que se te caiga el alma al suelo pensando que tienes que salir a correr ya. Tomar las riendas de tu vida para mejorar es una decisión valiente. Y ¿cuál es el mecanismo que multiplicará tu bienestar? Exacto, la apuesta por los hábitos saludables.
El objetivo lo tienes claro, pero, seguramente, te asalta una duda: «¿Por dónde empiezo?». Tus deseos son órdenes, así que apunta estas recomendaciones que te ayudarán no solo a vivir más, sino a vivir mejor. ¿Estás preparado para el desafío?
Antes de nada, sé consciente de que los cambios, por dentro y por fuera no los notarás nada más empezar. Aprende a ser paciente, que además, es otra de las virtudes de las que disfrutan las personas saludables. Una vez interiorizada esta lección, apunta estos propósitos:
Sube las escaleras, saca al perro, no cojas el coche para trayectos cortos… Incrementar tus movimientos en esas pequeñas rutinas te servirán para mantenerte activo y no supondrá un esfuerzo. Una vez asimilado este punto, avanza en tus pretensiones y apuesta por el deporte.
Sal a correr, haz unas abdominales durante el descanso de tu serie preferida o date una vuelta en bici. Tan solo 20 minutos dos o tres veces a la semana harán mella en tu cuerpo. También en tu mente.
Ni qué decir tiene que has de declararle la guerra a la bollería industrial. Que no te engatusen los colores pastel de esos bollos del supermercado. Apunta «rosquilla» como sinónimo de «pecado» y grábalo a fuego en tu memoria.
Mejor un zumo natural en el desayuno que churros con chocolate. Mejor una manzana para merendar que un bocata de chorizo con mortadela. Intenta establecer como costumbre ingerir cinco piezas de fruta al día. Reconoce que se trata de una meta realista y fácil de cumplir (al menos la parte en la que hablamos de la fruta).
Sabes que tus propósitos son los recomendables para cualquier persona, así que no tienes por qué hacerlo solo. Utiliza tu verborrea y tu poder de seducción para convencer a los que tienes cerca. Haz que tu pareja se suba al carro y los alimentos azucarados estarán ausentes en tu despensa. Con eso evitas tentaciones. Otra de las ventajas es que, si tienes un momento de debilidad, encontrarás apoyo y volverás por la senda adecuada.
El descanso se antoja indispensable para rendir mejor, para mantenerte activo y, en definitiva, para el bienestar. No dormir las horas indicadas repercute en todo aquello que vayas a emprender durante el día. No ingieras bebidas estimulantes como el café o el té antes de acostarte.
Mantén el móvil lejos de ti en esos momentos previos, pues la luz de la pantalla estimula nuestra energía. Otro truco para que el sueño se vaya apoderando de ti en los momentos previos es atenuar la iluminación de casa.
El alcohol, el tabaco o la fiesta en exceso merecen otro capítulo. No son bienvenidos en este proceso de cambio. Tendrás que hacer un esfuerzo extra si aquellos que te rodean son fumadores. Tienes que pensar que al principio puede que resulte más costoso, pero es por tu bien, por el de tu cuerpo y por el de tu mente. Y es que llevar un estilo de vida saludable repercutirá también en tu faceta más espiritual. Aumentará tu imaginación, tus inquietudes y tus ansias por vivir aventuras. Sé sano y serás feliz.
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