En este artículo te contamos un poco más acerca de qué son estos amuletos de la suerte, cuál fue su origen y cómo se hicieron famosos en España. ¿Tú también los recuerdas con nostalgia?
En España en los años ochenta todo el mundo tenía un montón de estos muñequitos de madera que, teóricamente, daban suerte a quien los llevaba. Todos los niños (y quizá también los no tan niños) seguían esta curiosa moda y llevaban los chinitos de la suerte allá donde fueran, marcando tendencia con ellos y con las diferentes formas en las que se llevaban.
¿Cuáles eran los lugares preferidos para llevar los chinitos?
– Gomas del pelo.
– Cremalleras.
– Llaveros.
– Collares.
Estos chinitos de la suerte estaban fabricados de madera y hechos artesanalmente, por lo que todos eran diferentes entre sí.
Eran originales y únicos.
Además, estaban pintados en vivos y llamativos colores y, dependiendo del color del cordón del que colgaba cada amuleto, significaban una cosa u otra. Por ejemplo, el negro tenía el poder del sexo; el rosa el de la amistad; el azul el de los estudios; el blanco el de la salud; el amarillo el del dinero y el rojo tenía el poder del amor.
Estos amuletos artesanales fueron la primera conquista de China sobre los países occidentales. Antes de que llegaran en masa las tiendas y los restaurantes chinos, llegaron los chinitos de la suerte. Parece ser que estaban basados en un famoso amuleto chino en forma de calabaza seca y que tenía inscripciones chinas que daban buena suerte.
Además de que, supuestamente, los chinitos tenían poderes mágicos (dependiendo del color del cordón), también eran un amuleto de la suerte por el hecho de ser de madera. «Tocar madera» es una de las supersticiones más extendidas en todo el mundo. Se dice que proviene de la adoración de la cruz de Jesucristo, o bien de costumbres paganas, donde los brujos o magos utilizaban la madera como toma de tierra para llenarse de buena energía y soltar todas las malas vibraciones.
Aunque se dice que es mejor tocar madera viva, vale cualquier tipo de madera, por lo que los chinitos de la suerte se convertían en el recurso perfecto a la hora de seguir esta superstición. Sobre todo cuando se habla de la buena suerte que se tiene o de algo malo que nunca nos ha pasado, en esta ocasión es costumbre tocar madera para seguir teniendo la buena suerte que hemos tenido hasta ahora y para recargar nuestro cuerpo y nuestro espíritu de energía positiva.
Al menos así lo dicta la superstición, claro.