Un juez en EEUU retira la custodia de unos padres, un matrimonio de youtubers muy conocido porque gastaba bromas a sus hijos, algunas de muy mal gusto especialmente a uno de ellos, el más pequeño, que no paraba de llorar porque se lo tomaba en serio.
«¡Menudos padres estúpidos! Es un poco tonto el tema, claro que sí y no podríamos calificarlos de otra manera«, asegura Supernanny que entiende por qué el juez ha decidido quitar la custodia a los progenitores. Y es que a la parte que tiene de humillación para el chaval, se añade el plus de publicarlo en las redes sociales
Nos echamos las manos a la cabeza exclamando ¡los adolescentes, lo que cuelgan en las redes, no protegen su privacidad..! Y bueno, ¿qué estamos haciendo los adultos con nuestros hijos? Lo mismo, exactamente igual. Colgamos todos los momentos del niño. Vale, no todos, algunos, pero ¿con qué criterio?
Porque recordemos que todo lo que se sube a la red, permanece en el tiempo, para siempre. Deja rastro. Os voy a poner unos cuantos ejemplos. ¿Os acordáis de la madre que compartió una fotografía de su hija entubada? Su intención era dar una lección al resto de adolescentes con respecto al consumo de alcohol porque su hija estaba así debido a un coma etílico. Pues no sabemos si habrá sido ejemplarizante o no, pero esta niña va a aparecer entubada cada vez que busquemos en internet «niña entubada», «coma etílico adolescentes».
Una primera pauta para proteger la intimidad de los menores es «contar, no colgar» No es lo mismo decir «mi hijo ya va al váter» que colgar una fotografía de mi hijo sentado en retrete.
Es verdad que hay una realidad y que tenemos que aprender a convivir con ella, pero hay un concepto que considero importantísimo, que estamos perdiendo y que debemos de ir sacando del baúl de los recuerdos. Es eso que se llama intimidad, privacidad. Algo que en la sociedad actual ha perdido su valor. Porque ¿qué es un secreto? ¿Cómo guardo yo un secreto?
He leído una frase esta mañana que me ha encantado y que tiene que ver mucho con esto que estamos tratando hoy: «Hay que elegir entre la privacidad y el reconocimiento social»
Muchos padres estamos colgando fotos porque nuestros hijos son el orgullo de nuestra vida y es maravilloso todo lo que hacen. Pero hay que tener mucho cuidado porque nuestras ansias de reconocimiento social pueden vulnerar su derecho a la intimidad y estamos, de alguna manera, humillando, comprometiendo, exhibiendo demasiado a nuestros hijos
«Las emociones hay que sentirlas en la intimidad»
Es importante también trabajar las emociones en estos casos, hay que sentirlas en la intimidad. Porque en eso reside la intimidad de una familia, de una persona: en preservar algunos momentos para sí misma, guardar los secretos. Hay momentos en familia que no debes compartir. ¿Hasta qué punto hay que compartir, por ejemplo, un cumpleaños? O afinamos más todavía ¿qué momentos del cumpleaños debemos compartir y cuales no?
Ese es el quid de la cuestión ¿Qué momentos vamos a exhibir de nuestros hijos y cuales no? Por supuesto, yo recomiendo por seguridad y por otros muchos motivos intentar:
-que la cara del menor no aparezca
-que el momento no sea comprometido
-que los padres seamos un ejemplo de respeto a la privacidad de nuestra intimidad en las redes sociales, para que cuando sean adolescentes tengan claro como actuar y que comprendan que por encima del reconocimiento social está la intimidad de la persona.
¡Escucha todas las semanas en Atrévete los consejos de Supernanny! Atrévete 09.05.2017
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