¿Sabías que los investigadores de la empresa informática MyndPlay han descubierto que ir de compras puede dar más placer que el sexo e influye de la misma forma en el cerebro? Puede resultar triste e incluso doloroso, pero se ha demostrado que produce un mayor placer ir de compras que dedicar un rato cada día a practicar el arte amatorio…¿es esto cierto?
¿Alguna vez te has planteado por qué compras? Y es que hay gente que lo hace cuando necesita cubrir una necesidad básica de algo que necesita en concreto, pero otros, en cambio, no lo necesitan pero si tienen alguna carencia psicológica o personal, comprar ese jersey tan bonito puede ayudarles a sentirse un poquito más felices.
Directamente, hay gente que lo hace por el simple placer de tener el armario repleto de prendas que ni usa o a las que no les quita ni la etiqueta, pero quizás por ello sería más beneficioso dedicarse unos minutos a dar y recibir placer.
¿Te suena la típica frase «estoy depre, me voy de compras»? Efectivamente, un gran número de personas que no se sienten valorados en el trabajo, no encuentran pareja o les cuesta mentener relaciones sociales piensan en salir de compras como un remedio para animarse. Puede parecer una tontería, pero esto está en manos de investigadores de universidades prestigiosas, así que al final se va a tratar de un comportamiento bastante expandido…¿dónde vamos a llegar?
Las personas tristes están dispuestas a pagar hasta tres veces más por un objeto si lo comparamos con alguien que tenga un estado de ánimo normal. Es decir, cuanto más triste estás, más impulsivo eres…y es que si crees que ese objeto te va a dar la felicidad, no hay precio elevado que valga, eso está claro.
La adicción a las compras puede denominarse oniomanía y según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos se relaciona con adicciones como la ludopatía. Nunca te lo habías planteado así, pero la adicción a las compras es comparable con el consumo de drogas.
Además, Internet no ayuda a los adictos a las compras, y es que, mientras hace años no podíamos comprar si no nos acercábamos al centro comercial más cercano, ahora mismo lo tenemos al alcance de nuestras manos. Vemos una prenda de ropa en una web y puede perseguirnos durante semanas, incluso en diferentes precios para que elijamos el que más nos conviene. ¡Internet…así no ayudas!
No todos somos iguales cuando vamos de compras, sino que existen diferentes tipos de compradores. Identifica cual eres.
– Búsqueda de variedad: ¿estás cansado de lo mismo? Seguramente quieres salirte de lo normal, y claro, buscas opciones.
– El piloto automático: lo tuyo es no cambiar mucho, siempre a lo mismo.
– Modo zumbido: vives alerta, siempre a lo último, siempre a lo nuevo.
– Buscar la ganga: no compras por impulsos sino que buscas y buscas hasta que encuentras lo mejor…y al mejor precio.