Lo ha comprado un empresario ya que el logo de su empresa es un mamut y qué mejor que poner un esqueleto del mismo en la puerta…. ¡Quién puede, quiere!
Por otro lado, en Reino Unido, una mujer se ha hecho con un candelabro de 400 euros y ha prometido casarse con este objeto. Lo deseaba desde hacía años y por fin lo tiene con ella. Ha clarificado que sabe que no le besará, pero al menos podrá acariciarlo.
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