Todos conocemos esa angustiosa sensación de vacío que se apodera de nuestro estómago hacia las 3 de la tarde. Es sólo “apetito” nos repetimos a nosotros mismos… pero la realidad es que afecta al humor y la concentración. ¿Qué la provoca?
Lo provoca una hormona. Podríamos decir que estamos dominados por nuestras hormonas ya que la sensación de apetito, hambre o ganas de comer también están dirigidas por compuestos hormonales. En este caso es un compuesto al que llaman “hormona del apetito”: la GRELINA. Es la responsable de señalizar las sensaciones vinculadas a la falta de alimento.
Esta sustancia se genera, principalmente, en las células especializadas del estómago y del páncreas y es la encargada de generarnos esa sensación de hambre que nos avisa de la necesidad de nutrientes.
Si aumenta en período de ayuno… ¿Se fabrica mayor cantidad cuando estamos a dieta?
Claro, de ahí la sensación de ansiedad o malhumor permanente, porque los niveles de GRELINA son muy altos en períodos de ayuno. Esta sensación disminuye drásticamente tras comer, pues se regulan los niveles de GRELINA. Estos niveles se mantienen estables aproximadamente por tres horas después de comer. A partir de ahí, vuelven a aumentar para que nos demos cuenta de que debemos ingerir alimentos con periodicidad.
Modos naturales de mantener estable la Grelina
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