Creados por dos sexólogos de San Francisco, ¿qué tipo de prácticas se llevan a cabo en dicho taller? ¿Ayudan a mejorar nuestros orgasmos?
Los dos sexólogos de San Francisco creadores de la meditación orgásmica parten de que existen muchas creencias arraigadas y limitantes alrededor del sexo, sobre todo al femenino, a pesar de que parezca que somos muy liberales y tolerantes.
En la mayoría de ocasiones, en el sexo occidental, la mujer pasa a tener un segundo plano. ¿En cuántas películas porno aparece el orgasmo femenino? En casi ninguna. Por lo cual no se pone la suficiente atención en el orgasmo de las mujeres como debería ser.
Por ello, estos dos sexólogos opinan que para poder conectar completamente a nivel sexual con nuestra pareja debemos, no solo centrarnos en el cuerpo, sino también en el deleite de este. Entonces, ¿en qué se basa la meditación orgásmica?
En sesiones de 15 minutos encierran a las parejas en salas (normalmente heterosexuales) y mientras el hombre se queda completamente vestido, a la mujer la desvisten de cintura para abajo y la rodean totalmente de almohadas.
Durante este tiempo tienen que estar estimulando los genitales y el clítoris femenino siguiendo unas normas muy puntuales: el hombre tiene que ir acariciando y hablando de lo que está haciendo, mientras la mujer va expresando cómo se siente con cada una de esas caricias.
Aunque parezca raro este proceso ayuda a hablar sobre sexo en el sexo, tema al que no estamos acostumbrados. Algo que ayuda a conocer qué cosas le gustan a nuestra pareja hacer en la cama y que normalmente no se atreven a decir. Esto es uno de los problemas por los que muchas mujeres no consiguen tener un orgasmo.
Las personas que han acudido a este taller declaran que lo que realmente encuentran es un profundo cambio en la comunicación, en el vínculo y en la intimidad con su pareja.
No hace falta ir a San Francisco y pagar las carísimas cifras de este taller para poder aplicar de manera creativa este método en los encuentros con nuestra pareja.
Porque la meditación no es cerrar los ojos y respirar. La meditación es estar presente a las sensaciones del cuerpo. En la mayoría de ocasiones lo que nos aleja de disfrutar es tener la mente en otro lado.
El simple hecho de verbalizar lo que estamos haciendo mientras practicamos sexo nos ayuda a tener la cabeza en el presente.
¡Escucha aquí los consejos de Marian Frías! (12.05.2017) Y cada semana, no te los pierdas en Atrévete
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