¿Y qué hay de esos halagos a tu pequeño peludo? ¿Estás dorándole la píldora o te estás quedando corto? Tranquilo, no son imaginaciones tuyas, tu perro te entiende más de lo que crees.
Tu perro te escucha más que muchas personas. Y no atiende a tus explicaciones mientras piensa en rosquillas rosas, como Homer Simpson cuando Marge le reprende. Te entrega todo su tiempo, su mirada inocente, su amor inagotable y encima… te entiende. No lo dices tú, el amante número uno de los animales, la ciencia te da la razón. Y no vamos a llevarle la contraria a la ciencia, ¿verdad?
Concretamente, lo dice estudio de la British Columbia que arroja unos datos sorprendentes sobre la capacidad de comprensión de nuestras mascotas. La universidad canadiense determina que los canes reconocen hasta 160 palabras (en otros animales, la cifra asciende a las 200). Casi nada.
Tu perro no solo te supera en bondad, también puede ser mejor que tú en matemáticas. Y es que el trabajo de la mencionada universidad llegó a la conclusión de que tu mascota puede entrenar su capacidad para contar hasta cinco. No solo eso. Además, encuentra los fallos en operaciones sencillas, como sumar tres más uno.
Como hemos corroborado hasta ahora, tu perro es un bendito y un calculín. Pero ¿dirías que tiene humanidad? Sabemos que la respuesta es afirmativa y, también, que no te equivocarías. La conexión que se genera entre amo y mascota alcanza tal intensidad que él reconoce tus emociones.
Con él a tu vera, no podrás disimular que te sientes triste, y si estás pletórico, su grado de entusiasmo irá en aumento. Y es que los perros realizan su labor de investigación correspondiente. ¿Cómo? Observándote, tomándose su tiempo en conocerte. Registran tus expresiones faciales y tu tono de voz ante determinadas circunstancias y reconocen tus intenciones cuando se repiten esas situaciones.
Esta capacidad demuestra su inteligencia, pues transcribir, comparar y asociar estas imágenes no es nada fácil. Y menos, tratándose de otra especie. Y menos aún si estamos hablando de humanos, que ya sabemos lo complicados que somos algunos. Hasta la publicación de estudios como los de la Universidad de Lincoln, en Reino Unido, cuyas conclusiones acabamos de detallar, vinculábamos esta habilidad cognitiva solamente a las personas y a los primates.
Los expertos llegaron a esta teoría después de someter a examen a 17 perros frente a una pantalla. Los canes contemplaban fotos de personas contentas y molestas, asociadas a sus tonos de voces correspondientes. Después, les mostraban una cara alegre con un tono tan sonriente como desagradable. ¿Cuál fue la reacción de los canes? Su atención se volvía más intensa cuando la instantánea coincidía con la voz adecuada.