A decir verdad los científicos no están seguros de los motivos por los que la música provoca escalofríos. En primer lugar, algunas investigaciones realizadas con respecto a la piel de gallina han variado ampliamente, con estudios que muestran que entre el 55 y un 86 por ciento de la población puede experimentar este efecto. ¿Eres tú uno de los que se les pone la carne de gallina cuando escucha una canción conmovedora?
Algunos científicos han sugerido que la piel de gallina es herencia de nuestros antepasados y que servía como método para retener el calor inmediatamente debajo de los pelos de su piel. Experimentar la piel de gallina después de escuchar una canción conmovedora como Perdóname de Pablo Alborán, Dime que será de India Martínez o Quédate conmigo de Pastora Soler tiene un significado completamente diferente al que tenía en la antigüedad. Ahora es una reacción física de nuestro cuerpo que ocurre cuando una canción nos toca esa parte emotiva de nuestra personalidad. ¿Quién no ha pensado en una persona o en un recuerdo al escuchar esa canción que le pone la piel de gallina?
Está claro que hay una conexión entre nuestro oído y algunas regiones del cerebro, que está permitiendo que la música tenga esa respuesta emocional en algunas personas, pero que no afecta por igual a todas.
Al experimentar estos «escalofríos» la hormona del placer o dopamina se transmite por todo el cuerpo y nos provoca tanto placer que hace que intentemos repetir varias veces esa determinada acción para volver a experimentarlo. ¿Nunca has puesto una canción en bucle por la sensación que te provoca al escucharla?
¿Por qué nos sentimos “bien” cuando escuchamos música que nos pone la piel de gallina? Una respuesta nos la puede aportar Jessica Grahn, una neurocientífica que estudia la música y sus efectos: «Parece que nos gusta tener estos desafíos», dijo a The Guardian. Ella dice que es similar a la forma en la que la gente busca casas embrujadas o películas de terror para divertirse. De hecho, otra investigación, ha demostrado que las personas que están más abiertas a experiencias impredecibles suelen ser más propensas a experimentar estas reacciones con la música u otro tipo de arte.
Se cree que la música tiene un potencial terapéutico sin explotar que aporta bienestar y múltiples efectos positivos para el organismo. Por eso, mucha gente escucha música en la radio de camino al trabajo o a la universidad buscando conseguir ese bienestar antes de empezar su jornada diaria.