Hay que enseñar a nuestros hijos que no todo siempre sale como queremos y que la vida muchas veces es injusta. Para ello hay que enseñar y educar a los jóvenes a manejar y tolerar la frustración.
En este caso creo que esta joven necesitaría visitar a un terapeuta. Sobre todo por el tema de la autoestima y la necesidad de ese refuerzo externo.
Vivir siempre con la continua necesidad de refuerzo externo genera mucha insatisfacción y cuesta encontrar momentos de felicidad. Habría que explicarle a la joven que la perfección no existe. Todos somos imperfectos y de ahí la diversidad que encontramos en nuestro entorno.
La hija de Lales debe aprender a aceptarse a sí misma. Debo recordar que la capacidad para tolerar la frustración se aprende desde bien pequeños, desde los cero hasta los doce años.
¡Escucha aquí los consejos de Pedro García Aguado! (23.11.2017) Y cada semana, no te los pierdas en Atrévete.
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