Una reciente clasificación ha distinguido por géneros y por preferencias físicas, y estos son los resultados:
– Hombres. Si les gustan las mujeres de complexión media (ni muy delgadas, ni con muchas curvas), se fijan, por este orden, en el pecho, el trasero y las piernas. Los amantes de las chicas curvys tienen las mismas preferencias. Solo los que prefieren a las delgadas se fijan antes en el trasero y después en el pecho y en las piernas.
– Mujeres. Las que gustan de parejas de complexión media o musculada se fijan en los brazos, el pecho y el trasero (en el primer caso) o el abdomen (en el segundo). Las que prefieren a los delgados miran los brazos, el abdomen y el pecho al mismo nivel.
Tras el físico, son otros los aspectos que terminan por conquistar de forma definitiva. Volvemos a distinguir por sexos para que lo tengas lo más claro posible.
– A las mujeres les encanta que los hombres dejen a un lado sus ganas de hacerse los duros y que abran su corazón. Se valora mucho la empatía, la ternura, el no temer mostrar sus puntos débiles y, sobre todo, su inteligencia. Una buena conversación, un sentido del humor que empiece por uno mismo, y el hecho de ser una persona con la que sea posible divertirse son aspectos fundamentales para conquistar a cualquier mujer. La guinda del pastel es que sepa cocinar.
– A los hombres les agrada que una mujer sea femenina en todo momento, que haya contraste respecto a ellos. Sin embargo, lo que más buscan es una compañera de vida que sepa, aunque sea de vez en cuando, compartir sus gustos. Ver algún partido de fútbol de su equipo favorito o jugar a un videojuego son detalles que se valoran más de lo que puedas pensar. Pero lo que más le gusta a un hombre de una mujer es su inteligencia y, sobre todo, que sea capaz de hacerlo reír. Como habrás visto, ambos sexos buscan prácticamente lo mismo: una persona comprensiva y divertida que los acompañe en el camino.
Seamos conscientes, una pareja no ha de ser la que complete nuestra vida, sino alguien que la mejore. Pese a que hay excepciones, la forma de pensar de ambos sexos suele diferir en algunos puntos. Los hombres tienden a buscar una solución directa a cada problema que se les presenta para no darle más vueltas. A las mujeres, aunque ya conozcan la solución, les suele gustar que se les escuche y aconseje en su dilema. Este secreto te servirá para evitar cientos de discusiones en pareja de inciertas, e inolvidables, consecuencias.