La cuestión es que nadie abría la puerta, por lo que los policías tuvieron que tirar la puerta abajo. Para sorpresa de ellos, solamente se trataba de Alexa, el asistente de Amazon, quién había encendido los altavoces y reprodujo música la todo volumen. En el piso no había nada.
¿Nunca has tenido un problema con la tecnología?
Por otro lado, en Oregón la policía se ha vuelto a equivocar. Unos ciudadanos pidieron el rescate de una supuesta persona que pedía ayuda. En realidad no era una persona, sino que se trataba de un simple loro.
¡Escucha aquí a Patricia Imaz!