Si vas a utilizar alguna de estas redes que están instaladas en lugares públicos, aeropuertos, museos o restaurantes, asegúrate de seguir estos consejos:
Al ser una red pública, la seguridad es mínima y cualquier persona con conocimientos informáticos puede acceder a los archivos que envíes. ¡Precaución!
¿Alguna vez has querido disfrutar de una de estas redes gratuitas y te han exigido que te conectes con alguno de los perfiles de tus redes sociales? Atent@ porque cuando aceptas las condiciones estás dando permiso a que se pueda acceder a tus datos personales.
También es frecuente que los ciberdelincuentes creen redes con nombres prácticamente idénticos al de las redes públicas. Asegúrate dos veces que te estás conectando a la red oficial y no a alguna de estas porque les estarás dejando tu privacidad en bandeja.
Aunque es una herramienta muy útil para actualizar los contactos o descargar el correo electrónico, cuidado porque estos procesos en segundo plano pueden ser fácilmente intervenidos.
A pesar de aplicar todos estos consejos, no estás 100% seguro. ¿La mejor solución? Utilizar el sentido común. No entres a chequear tu cuenta del banco o alguna página oficial del estado que contenga datos de importancia. Estas redes públicas son ideales únicamente para una navegación moderada y muy generalista.
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