Chuletada, asadero o barbacoa, su nombre cambia según la parte de España en la que estés, pero todos las hacemos en algún momento. Sobre todo si nos vamos por ahí y nos gusta eso de asar carne en la parrilla. ¿Nos hemos planteado alguna vez que ese humo es tóxico?
Si lo es en caso de un incendio… ¿Por qué iba a ser diferente aquí? Este humo se queda en la carne y lo absorbe. Luego nos la comeremos y esos compuestos tóxicos acabarán en nuestro organismo de todos modos. No inhalados, pero si ingeridos…
¿Qué compuestos son y porqué quedan en la carne?
Son compuestos producidos en la combustión, ya sea madera o carbón, se conocen como dioxinas y furanos. Son solubles en grasas, por eso quedan sujetos a la carne, igual que los olores de los perfumes. Una vez ingeridos con la comida, si ocurre con una frecuencia alta, aumenta la probabilidad de sufrir daños en órganos importantes como el corazón o en el sistema inmune. Son productos que se quedan en el organismo y se acumulan con el tiempo causando terribles daños cuanto mayor es la cantidad que se ingiere.
¿Se debe dejar de cocinar la carne a la parrilla? ¿Ya no haremos más barbacoas?
Una vez más es una cuestión de frecuencia y manejo de la información. Salir al aire libre y comer con los amigos es una práctica que nunca debe abandonarse. Si la idea es comer, sería recomendable aumentar las cantidades de ensalada y verduras de estas comilonas para compensar los desgastes que producen otros alimentos.
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