El cambio climático puede acabar con el café y el chocolate

Nuria Serena

Más de 100 millones de personas en todo el mundo vinculan su sustento vital a la producción de la Tierra. Y de entre los cultivos destaca la producción de café y chocolate. En América Latina, por ejemplo, la mayoría de los cafetales carecen de irrigación y su supervivencia depende de la lluvia, lo cual los hace especialmente vulnerable a las sequías, las oleadas de calor y sobretodo al cambio climático.
En Etiopía, cuna del café, las circunstancias son semejantes.

El cambio climático del que ya estamos siendo testigos, se traduce en un incremento de huracanes de mayor intensidad, inundaciones o tormentas tropicales, cambios estacionales, aumento de las temperaturas en muchas zonas y de escasez de lluvias en otras.


Pero estos cambios no solo se deben a causas naturales, también a la acción del hombre. Son muchos los llamamientos que desde distintas organizaciones que luchan por preservar la naturaleza del planeta Tierra se han hecho a empresas y gobiernos para que tomen las medidas adecuadas para combatir este fenómeno, en los principales sectores productivos. El café y el chocolate están entre ellos.

El tigre de bengala y la gran ballena azul en peligro de extinción

Son muchos los estudios que alertan de que en en menos de medio siglo hasta el 58% de las especies animales del planeta habrán desaparecido. 

El elefante africano podría dejar de existir, al igual que el tigre de bengala, la ballena azul, el oso polar. Su desaparición conllevaría un desequilibrio en el ecosistema de sus hábitats naturales que provocaría la extinción a su vez de otras especies. ¡Qué horror!

 

El café, el chocolate y las patatas ¡podrían desaparecer en 50 años!

Junto a la desaparición de las especies del mundo animal tenemos que temer la aniquilación que el cambio climático provocará en algunos cultivos como el café, el chocolate o las patatas.

Según The Guardian, estos tres tipos de alimentos tan comunes podrían dejar de existir dentro de 40 o 50 años. Y estos son solo tres de las 940 especies de alimentos amenazadas.

A la sobre explotación agraria que deja el suelo prácticamente sin nutrientes hay que añadir el efecto que el exceso de calor o las inundaciones provocan en los cultivos de determinadas semillas.