Los filtros, lamentablemente, solo están en Instagram. En la vida real, ese granito que tienes en la mejilla no desaparece chasqueando el dedo como por arte de magia. La buena noticia es que no estamos solos. No eres un bicho raro. Lo serías si tu piel se confundiera con la muñeca preferida de tu sobrina.
Así que, si eres como el resto de los mortales, atiende a estos consejos para atenuar las imperfecciones de tu rostro. El término «ocultar», en este caso, no tiene una acepción peyorativa. De hecho, ayuda a estar seguro de uno mismo y a pisar con fuerza y actitud ante la vida. Dile adiós a las rojeces y cómete el mundo.
La clave de este interrogante reside en la dedicación. El descuido y el abandono permiten al estrés, la ansiedad, el clima y otros factores salirse con la suya. Una vez te has decidido a emplear parte de tu tiempo en el cuidado de tu cara, el siguiente paso es seguir estas recomendaciones:
Sin una limpieza adecuada, las siguientes pautas no servirán de nada. Agua y jabón combinan a la perfección. Nunca una fórmula tan sencilla ofreció tan excelentes resultados. Eso sí, comprueba que el producto no irrite tu dermis. Conocer el tipo de piel que tienes resulta fundamental en este punto. Por otra parte, si te has maquillado, elimina el cosmético con leche limpiadora. A continuación, aplica un tónico y la crema hidratante.
Si quieres acabar con el rojo, utiliza el verde. El corrector de este color disimula cicatrices que aún tienen un tono diferente a tu piel. También esas pequeñas marcas que establecen un contraste tan radical con el resto de tu rostro. No necesitas mucha cantidad. Neutralizar estas imperfecciones es posible sin apenas maquillaje.
Un grano podía arruinarte el día en la adolescencia. Pero en aquel momento no sabías que la solución era sencilla. Si una pústula te ha venido a visitar en el momento menos indicado, no pierdas los nervios. Podrás acudir a esa cita que tanto deseas sin que tu acompañante perciba que tienes un inquilino incómodo en la barbilla.
Apresurarás su desaparición aplicando un exfoliante suave. A continuación, tu mejor aliado será el corrector de orejas para unificar, antes de administrar a tu cara el maquillaje pertinente.
Para que las ojeras desaparezcan, lo primero que tienes que hacer es tomar conciencia de tus hábitos. Si duermes mal y no descansas las horas adecuadas, se reflejará de manera externa. Pon remedio a tu estrés y tu piel lo notará. Si no consigues que de manera natural desaparezcan, prueba a aplicar corrector amarillo si tus ojos son azules. Elige el rosa para el resto de casos.
Si hay algo especialmente antiestético, es el punto negro. Una barrera con garantías que frene su aparición consiste en una limpieza adecuada, como se explica en el primer punto. Si ya es tarde y aun así los puntos negros han conseguido su objetivo, la solución es sencilla. Las tiras limpiaporos resultan ideales para terminar con ellos con un solo gesto.
Los alimentos que ingerimos repercuten no solo en nuestro estado de ánimo, sino en nuestro aspecto exterior. Y no nos referimos a un cuerpo espectacular. Una piel radiante no es producto de una dieta desastrosa. El consumo de grasas, los nutrientes que ingerimos y las vitaminas tienen un peso importante en el aspecto de nuestra dermis. Así que, si no quieres pasarte la vida disimulando imperfecciones, come bien. ¡Tu piel te lo agradecerá!
Pero, ante todo, sé feliz contigo mismo independientemente de cómo luzca tu cuerpo, ¡quiérete!
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