Hay muchas cosas que nos representan a las personas. Quizás la más aparente sea la ropa que llevamos, ya que con ella expresamos al mundo muchas cosas, otra, por ejemplo, la forma de andar, de sonreir, el peinado…y, ¿cómo no? El olor. Y no el olor corporal, que cada uno lo tenemos muy característico, sino más bien el aroma que nos pongamos por encima, por el que queremos ser recordados.
Y es que, elegir nuestro perfume va muy ligado a cómo somos, y con ello mandamos muchas señales al mundo.
Eres una persona con carácter, de las que se ríen de forma muy exagerada, visten poco discretas, arriesgan con los peinados y les gusta que la gente sepa que han llegado a los sitios cuando ni siquiera han cruzado el umbral de la puerta.
Esto en olores se puede traducir en aquellos perfumes fuertes, embriagadores, que quedan en las fosas nasales de las personas que se cruzan contigo y que llegan incluso a subir hasta su cerebro para dejarlos hechizados de por vida. Tus aromas son sin duda el sándalo, la bergamota, el jazmín, y aquellos perfumes dulces que no dejan a nadie indiferente, y es que, así eres tú, todo seducción. Si tuvieras que elegir el producto de un famoso escogerías el perfume de Shakira, y es que tenéis mucho en común.
Soy sutil como una flor
Eres de las que no les gusta llamar la atención, eres fresca, suave y muy delicada. Entras a un restaurante, a una discoteca o a una cafetería y se enteran de que has llegado, pero a las 3 horas, cuando estás a punto de irte. Pero realmente a ti es lo que te gusta, dejar un ligero aroma entre ellos para que te recuerden y estén deseando tu vuelta de nuevo.
Estos aromas se traducen en rosas, en flores silvestres, en olores a polvos de talco y mucha limpieza. Esos olores que vas percibiendo poco a poco sin apenas darte cuenta pero te van embriagando. Si es que, eres una flor.
Eres todo elegancia
Una cosa es ser descarado y llamar la atención, otra muy diferente es ser delicado y sutil, pero también puedes ser otra cosa: elegante. La elegancia es distinción, es llamar la atención pero sin querer, es enamorar pero debido al estilo que desprendes, y al que también desprende tu aroma.
Te estarás preguntando cuales son esos olores que se convertirán en el complemento perfecto del clasicismo de tu outfit: Canela, cardamomo, vainilla, naranjo africano e incluso caramelo.
Lo que quieres es conquistar
Seguro que alguna vez te has preguntado si es cierto eso de que muchos perfumes llevan feromonas y atraen al sexo que deseas conquistar, pero no, se trata de una leyenda, las feromonas las llevas tú, no las lleva un perfume.
Sin embargo, sí que es cierto que hay muchos olores que consiguen despertar tus propias feromonas. Cuanto más asalvajado y natural es el olor, más sexual puede llegar a resultar.
La maninka, una fruta procedente de Sudamérica, resulta irresistible en perfumes masculinos. O la pimienta de Madagascar en los femeninos. No es tanto encontrar la feromona como que tu olor desprenda sensualidad, así que el perfume, lo único que debe hacer, es ayudarte a sentirte tú mismo y a atreverte a conquistar al mundo.
Y es que, podemos decir que nuestro olor es nuestra carta de presentación, podemos enamorar a alguien con tan solo el olor, antes incluso de que nos vea. También podemos cambiar nuestro estilo y nuestro aroma a la vez, aunque siempre es necesario que todo ello vaya acorde con nuestra personalidad, no hay nada que enamore más.
