Ay, la primera decepción amorosa ¿quién no recuerda la primera ruptura y lo mal que se pasa. Josefina es madre de un joven de 17 años que tras romper con su novia no levanta cabeza: ni come, ni se asea y, encima, ahoga las penas en alcohol. La madre, sin saber qué más puede hacer, pide ayuda a nuestro experto en jóvenes, Pedro García Aguado.
Pedro García Aguado y las rupturas adolescentes:
Habría que sentarse con él y hablarle de que las relaciones se rompen. Tras ello existe una etapa de duelo con varias fases.
Lo que sí que hay que explicarle es que el alcohol no ayuda a sentirse mejor. Se trata de un depresor. Aunque dé esa sensación de euforia, es un depresor del sistema nervioso central. Aumentará esa sensación de depresión y decepción.