Es verdad que entre los quince años y los diecisiete empiezan a producirse muchas patologías con las nuevas tecnologías. En edades anteriores podemos encontrar indicadores de ello, destacando el mal uso de la Tablet o el móvil.
Tenemos que trabajar una serie de criterios para evitar que con quince años tengamos que hablar de adicción.
Primero debemos acotar el tiempo que el niño puede dedicar a las tecnologías. Por ejemplo tras haber hecho todas sus rutinas como recompensa y solo media hora antes de acostarse. Cuando se produce un abuso de este uso, el niño cada vez va a querer más.
Segunda cosa que debe hacer el niño es apagar por él mismo la Tablet. Se trata de un ejercicio para trabajar la compulsividad. Así evitamos las rabietas a largo plazo. Los educamos para que tengan cierto autocontrol y sean capaces de apagar el dispositivo después de la partida.
Tienen que saber que hay un tiempo para jugar en la calle, otro para charlar con los amigos y otro para la Tablet.
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