No hay nada peor que despertarse a mitad de la noche aterrorizado por una pesadilla. El hijo de diez años de Beatriz lo sabe bien. El pobre tiene miedos nocturnos y ni si quiera se tranquiliza cuando duerme con sus hermanos. Nuestra experta en niños, Rocío Ramos-Paul, aconseja qué hacer.
Los miedos nocturnos no son una característica de un niño de diez años. Si aparecen de repente, posiblemente se deba a una situación de estrés que haya detrás. Puede que ni él sepa detectarla, pero le está provocando estos terrores.
No tiene por qué estar relacionado ni con la pesadilla ni con el miedo. Pueden ser ocasionados por una etapa en la que haya tenido que estudiar más, por una pelea en el colegio o algún problema con un amigo que no haya podido resolver.
El comportamiento de los chavales siempre nos da una pista de que algo pasa. Con respecto a lo que pasa por la noche, lo único que puede hacer es tranquilizarle. Intentar, en medida de lo posible, que no pierda el hábito. Que siga durmiendo todo lo que pueda por la noche.
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