¿Sabías que con una buena dieta conseguimos una alimentación más saludable y un vientre más plano? Hay alimentos pesados, indigestos o que nos hacen retener líquidos. ¡Déjalos y no mires atrás!
Es difícil para nuestro organismo absorber nutrientes con una digestión pesada. Imagina que tienes que transportar todos los días una gran roca de tu casa al trabajo y a la vuelta, ¿te costaría más llegar al destino?
Además, serás menos propenso a enfermedades como diabetes, demencia o alteraciones en el corazón. Aquí te damos algunas pistas para saber cuándo decir NO.
¿Quieres un vientre como el de Sylvester Stallone en Rambo? Pues huye de estos alimentos como si fueran los «charlies»:
La bollería industrial nos tienta a cada paso, pero estos alimentos contienen calorías vacías porque no incluyen fibra alimenticia. Evita pan, pastas, panecillos y pizzas. ¡Di no a las calorías vacías!
La cerveza nos ha regalado grandes momentos, pero produce hinchazón abdominal que no combina nada con ese nuevo modelito que te has comprado y se acentúa el malestar por su espuma (giste, se llama). El metabolismo no se lleva bien con la cebada ni con el azúcar que contiene.
Tomar un refresco con los amigos suena bien, pero en ellos encontramos dióxido de carbono. El dichoso dióxido se expande y hace que el abdomen se inflame durante horas. La noche es joven, pero no infinita para esperar a que se desinflame.
Pescados o carnes con grasas producen una digestión lenta. Reduce las porciones de carnes, frituras y comidas con mucho aceite. Además te evitas el olor al cocinarlas, ¡todo son ventajas!
Enemigo público del abdomen plano. Al masticarlo introducimos aire de forma incontrolada que puede provocar flatulencias, ¡oups!
Despertador, ducha y desayuno. ¿Un vaso de leche? No, gracias. La intolerancia a la lactosa es cada vez un mal más común. Mucha gente siente hinchazón en el abdomen tras tomarla.
Todos somos picantes, pero que no lo sean nuestras comidas. Cualquier alimento picante puede producir acidez o gastritis y si nos produce ardor puede irritarse el estómago. Mal para el abdomen y mal para la salud.
No quieres ser un zombie cada mañana y el café te ayuda, pero el café relaja el esfínter esofágico. Y esto ¿qué quiere decir? Que puedes tener reflujo intestinal y que su efecto diurético te provoque fuertes diarreas. La diarrea nunca ha sido amiga del abdomen.
Una hamburguesa sin mayonesa o sin ketchup como que no es lo mismo, pero estas salsas calóricas no son saludables. Las light tampoco funcionan, no. Mejor pon una cucharada de aceite y especias para dar sabor.
¿Decir que no a unas chuches? Sí, debes resistirte porque estas golosinas disparan la glucosa y generan un exceso de insulina. Nunca las carencias o los excesos fueron buenos. Además, cuidarás tu dentadura si les dices adiós.
¿Qué comer entonces para mantener nuestra figura en línea? Ciertos productos naturales nos ayudan a mejorar nuestro metabolismo y a hacer una buena digestión.
– Zumo de limón: nos ayuda a metabolizar la grasa y desintoxicar el hígado. Bebe un zumo con agua a temperatura ambiente y en ayunas, verás como afrontas mejor el día.
– El zumo de arándanos: contiene ácidos que ayudan con los desechos linfáticos, es decir, lo que nuestro cuerpo no quiere.
– Las semillas de chía: son una gran dosis de vitaminas y se conocen por ser un excelente quema-grasas.
Ya sabes, cambia tu dieta y aprende a disfrutar de alimentos más saludables. Con estos remedios caseros ayudarás a tu abdomen a permanecer siempre en su sitio. ¡Firme!
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.