Cumple 25 años de casada con su marido y para celebrar las bodas de plata se han propuesto hacer realidad la fantasía sexual de cada uno.
Él le pidió que se pusiera una peluca rubia y ella que le dominara y le diera palmaditas. Su chico se niega a tocarle de tal manera ya que para él es un signo de maltrato.
Cree que le ha entendido mal y es por ello que pide consejo a nuestra psicóloga y sexóloga, Marian Frías.
Hay que aclarar, antes de todo, que el sexo se trata de un juego, un modo de disfrutar entre dos personas que tienen ganas de satisfacer su apetito sexual.
A la hora de hacer realidad la fantasía de cada uno, normalmente entramos en lo que viene siendo «jugar a roles«. Es decir, creerse otra persona por un momento o cambiar de actitud. Hay que decidir cuál será el rol de cada uno en las diversas fantasías que se quieran realizar.
Los acuerdos son fundamentales para que no haya consecuencias luego. Quizás el chico es más blandito en la vida real y cuando se mete en el papel comienza a ser más posesivo y «diablillo». Al igual que la mujer, que comienza a ser más sumisa o pasiva en el rol que juegue.
Todo depende de hasta dónde se quiera llegar con tu pareja o conocido, de ahí a establecer ciertos límites para no sobrepasarse e incomodar al otro mientras se mantienen relaciones sexuales. Se trata de un ámbito más para disfrutar del sexo.
Lola debería hablar con su marido y explicarle que no se refiere a que le agreda, sino un método más de placer para ella y de manera suave, no agresiva.
Antes de llevar a cabo la fantasía sexual de cada uno, deben llegar a un acuerdo entre los dos para que no haya problemas a la hora de realizarlas.
Ellos tienen que seguir un guión en el que se sientan cómodos. Lola debe dejar ser a su marido en la cama como él quiera, no puede obligarle si no quiere.
Al fin y al cabo, se trata de pasar un buen momento y celebrar los 25 años de matrimonio.
¡Escucha aquí los consejos de Marian Frías! (01.12.2017) Y cada semana, no te los pierdas en Atrévete.
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