El rol de la paternidad cambia y evoluciona al compás del propio contexto social. Actualmente, el rol del padre es distinto incluso durante el propio embarazo, ya que ahora los futuros padres se implican mucho más que años atrás, que parecía solo tarea de la embarazada.
Hace unas generaciones, el padre se ocupaba, principalmente, de trabajar para ofrecer una estabilidad económica a la familia. Ahora, tú y tu pareja compartís este objetivo y negociáis un plan de conciliación, vamos, que el hijo no es solo de la madre, sino que lo crían entre ambos y ambos se ocupan de todas sus necesidades…y menos mal!
1. Existe una mayor igualdad en la realización de las tareas de la casa y del cuidado del bebé, lo que es muy positivo, ya que desde pequeño está viendo que no es su madre la única que se ocupa de él, sino que tanto las tareas del hogar como el cambio de los pañales o la toma del biberón lo pueden hacer los dos del mismo modo.
2. El estilo de educación también ha evolucionado desde un mayor autoritarismo hacia un punto en que los padres y los hijos pueden tratar de cualquier tema sin miedos ni represalias. No son amigos, pero casi, y esa es la mejor educación.
3. Los padres del siglo XXI son más afectuosos, expresan sus sentimientos de un modo natural, y juegan con sus hijos todos los días. Ahora estamos más acostumbrados a ver a los padres con niños pequeños en festivales de música, ¡y eso es genial! Los niños no solo pueden ir al parque.
La inteligencia emocional propuesta por Daniel Goleman ha marcado un punto de inflexión social al acabar con tópicos del tipo: «Los hombres no lloran» ya que muchos padres en la actualdiad son igual de sensibles que las mujeres.
4. El factor edad también ha cambiado en las últimas décadas. Se ha retrasado el momento de vivir la paternidad puesto que, actualmente, muchos hombres viven este momento entre los 30 y los 45 años. Puede que nuestros padres fueran más jóvenes cuando fueron padres por primera vez, pero ahora estamos más formados y procedemos a serlo cuando tenemos una gran estabilidad profesional y económica. ¡Todo tiene sus cosas buenas!
5. Padres tecnológicos. Los niños de hoy en día crecen junto a un ordenador, una tablet, un móvil y una cámara de fotos…¡y no siempre es negativo! Los niños deben saber que es bueno que a veces puedan comunicarse con sus amigos vía el WhatsApp de sus madres pero que también deben salir a la calle a jugar con la bicicleta.
6. Ahora los padres están más formados, ya que, como sabes, han estudiado mucho antes de ser padres, pero no solo una ingeniería o un grado superior, sino que se han leído varios libros que les ayudaban a entender a sus mujeres embarazadas o a saber qué hacer con un bebé de días en sus casas.
Más allá de las diferencias entre tu rol como padre y el que tú observaste en tu progenitor, existen puntos en común. El más importante: todo padre desea la felicidad para su hijo. Es decir, desea que crezca sano, alegre y vital. Lo que sí ha cambiado es el modo de crear este estado de bienestar familiar, ya que, actualmente, también surgen nuevos modelos de familia.
Por tanto, los padres actuales comparten rutinas sencillas como leer cuentos a sus hijos y ver cine infantil. Rutinas de inteligencia emocional que te permiten comentar estas historias desde el punto de vista de los valores porque los valores son la clave del desarrollo infantil.
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