Finalmente la fiesta se trasladó a Rivas-Vaciamadrid y el abarrotado auditorio pudo disfrutar al ritmo de Antonio Orozco, Pablo López, Conchita, Nach o Miguel Poveda entre otros. El último baile no fue sólo un concierto de Manuel Carrasco, sino que todos sus amigos estuvieron apoyándole sobre el escenario.
Cuando hace frío la gente se junta y se apoya. Esto se pudo ver en su máxima expresión en el espectáculo de Carrasco. El público fue uno y se olvidó rápidamente de las bajas temperaturas con los saltos y bailes ¡qué éxito!
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La noche estuvo doblemente cargada de emociones no solo porque era el último concierto de la gira Bailar al viento, sino por toda la presión acumulada los días anteriores.
Una vez se apagaron las luces, se desató la emoción y todo fluyó como un cuento perfecto con final feliz ¡no te lo pierdas!
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La gira ha tenido ocupado al artista 18 meses. Desde que en febrero de 2016 comenzara esta aventura, más de 350.000 personas han acudido a verle. Ahora se acaba todo y es hora de descansar y empezar nuevos proyectos. ¿Qué crees que será lo siguiente del onubense?
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