Corría el año 2001 cuando una jovencísima Pastora Soler nos confesó, sin reparo alguno, de qué estaba hecho su corazón.
Colorantes, estabilizantes. Azúcar, sal y vinagre. Estos son los elementos de los que se compone su corazón, un corazón congelado.
Seguramente ya te hayas dado cuenta de qué hablamos. Sí, del famoso tema con el que Pastora Soler nos hizo bailar durante todo el verano de hace 16 años ya.
También lo hemos cantado mucho… ¿pero alguna vez nos hemos parado a pensar en qué dice su letra? ¡Es divertidísima!
Todo comienza cuando un hombre «loco» corre al «supermercao» para comprar el corazón de Pastora. Es obvio que el corazón tiene que estar congelado, ¿cómo se iba a mantener si no?
El hombre en cuestión busca «alocado por todas partes» hasta llegar a la sección de congelados. «Rodeado de consumidores», este hombre llega el primero y «excitado» para comprarlo.
Además tiene mucha suerte porque el corazón está en un «envoltorio de plástico rosa, brillante, atractivo y helado».
Después, Pastora nos descubre los ingredientes de los que se compone su corazón: colorantes, estabilizantes. Azúcar, sal y vinagre.
Efectivamente, detrás de este éxito, se esconde una historia que nos cuenta de «que está hecho el corazón de una mujer».
Nos revela la «sustancia que ha puesto Dios en el centro de su ser» y el «mineral que se encuentra debajo de su pecho».
Aquí te dejamos la canción.
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