Hay canciones que nos encantan y que, sin embargo, tienen un título que no termina de convencer a los fans o que no hace justicia al resto de la composición. O que, directamente, es un despropósito.
¿Ejemplos? En la última década hay unos cuantos que nos llevan a pensar que sus artistas no estaban muy inspirados cuando los idearon.
Aquí va nuestra lista de títulos horrorosos (o poco afortunados) que esperamos ampliar con tus sugerencias.
Aunque nos hemos aprendido de memoria el single del almeriense, seguramente a muchos les rechina este título próximo a la elipsis (el cantante siempre ha sentido debilidad por los titulares de pocas palabras, como Silencio, Por primera vez o Dígale). Demasiado adverbio y ningún sustantivo onírico y bello. Nos gusta más ese poético Hijos del mar.
De acuerdo que el Chikilicuatre triunfó (al menos, en términos de popularidad en España, no tanto en Eurovisión) con una canción desternillante titulada El Chiki chiki. ¡Pero era broma! El Waka waka, en cambio, era la canción oficial de la Copa Mundial de la FIFA 2010.
Se trata de una cuestión de falta de originalidad: además de la de los zaragozanos, hay una docena de canciones con el mismo título.
El spanglish permite muchas licencias, pero este ‘me rehúso’… clama al cielo.
No es que sea para llevarse las manos a la cabeza, pero da la impresión de que el artista no se lo ha pensando dos veces antes de elegirlo. Con las letras tan emotivas que escribe, se echa en falta un titular más elaborado.
Porque si hemos incluido Tanto de Alborán, hay que incluir también este Poco. Por justicia y por las mismas razones.
Un reggaeton cantada por un niño de 7 años. Por razones obvias.
Lo que pretende ser un ejercicio de sensualidad, se queda en un amago cutre. Más aún al seguir leyendo una letra que habla de ese «sudor en la frente» y del aire acondicionado.
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