Cuando invitas a tus amigos o a tu familia a disfrutar de un plan en casa, tienes la oportunidad de hacerles sentir tan bien como en su propio hogar. Estas son las habilidades de protocolo con las que puedes sorprender a tus invitados con una agradable bienvenida.
Intenta invitar a personas que pueden disfrutar de un buen momento en común, amigos que tienen intereses compartidos, personas que sepas que van a tener tema de conversación, que van a estar felices de haberse conocidos y entre los que pueda surgir una nueva amistad a partir de la cita que siempre recordarán que tú organizaste.
Elije un momento en que te encuentres bien para disfrutar de tus habilidades sociales, que tengas tiempo para organizar una cena en condiciones prestando atención a todos los detalles y sin dejar nada a la improvisación. Bueno, sí, ¡las conversaciones y reacciones de tus invitados!
Consejos para ser un buen anfitrión
1. Cuida la decoración de la mesa, puesto que la comida también entra por los ojos gracias a una presentación cuidada. Para ello, comprueba que la vajilla y la cristalería combinen con la mantelería. Aprovecha para hacer la fiesta en la terraza o en el jardín si hace buen tiempo, o bien salir solo para el momento de las copas. Es el lugar idóneo para compartir una velada en buena compañía.
2. Antes de la cena infórmales de qué va a constar el menú. Es posible que alguno de tus invitados tenga alguna intolerancia, alergia o sea vegetariano, así que mejor evitarse sorpresas y no tener que llamar a la pizzería a última hora.
3. Invita con tiempo. Deja los planes de última hora para otro momento. Si quieres sorprender a tus invitados y que se encuentren a gusto deberás avisarles con antelación para que cuadren sus agendas o lo hagáis entre todos.
4. Para simplificar el tiempo que pasas en la cocina también puedes iniciar el menú con unos entrantes fríos de platos para picar y ensaladas variadas.
5. Para no dejar todos los preparativos para el último momento, realiza la cesta de la compra el día anterior. Y decora también la mesa en esa jornada previa. De este modo, puedes ganar tiempo con una buena planificación y evitar el estrés de última hora. Los días previos, ordena también la casa para que todo esté en perfecto estado de revista.
6. Temas de conversación. No es plan de que te crees un listado con los temas a tratar como en la junta de vecinos, pero intenta hacer un listado mental para no quedaros en silencia. Una buena idea es preguntarles a tus invitados por sus novedades.
7. Selección de canciones. Selecciona unos temas agradables para la fiesta.
Pon en práctica las habilidades sociales
¿En qué detalles te fijas cuando tu eres el invitado? Piensa en lo que te gusta y ofrecéselo a tus invitados.
Disfruta del momento y no te preocupes porque, si finalmente algo no sale tal y como habías planificado, nadie le dará importancia porque se quedarán con todo lo bueno de haber compartido ese momento en común.
Presta atención por igual a todos tus invitados, no des mayor protagonismo a uno de ellos sobre los demás. Haz fotografías del momento pero no te obsesiones con hacer un montón de imágenes para las redes sociales. Muchas veces los mejores planes son los que no compartimos.
Si alguno de tus amigos trae algún detalle, por ejemplo, una botella de vino, utilízala para brindar todos juntos. De este modo, demuestras tu gratitud por este gesto.
Por tanto, para lograr que una velada sea inolvidable, que no se olvide disfrutar como un buen anfitrión. Eso es lo más importante.
