Practicar sexo puede favorecer que nuestra piel luzca más brillante, con menos imperfecciones, los poros se abren y se eliminan toxinas. La carencia de sexo afecta física y emocionalmente. El sexo es una necesidad que trasciende al placer que genera. Cumple una función importante en la salud y el bienestar
Por eso, es normal que después de semanas de abstinencia el cuerpo comience a enviarte señales. ¡Te sorprenderá identificar algunas de ellas!
1. Caes enfermo más a menudo. Uno de los remedios ancestrales para aliviar diversas enfermedades es el sexo. Al practicarlo se liberan endorfinas que tienen un efecto analgésico en el sistema nervioso central.
Hay investigaciones que apuntan, incluso, a que una vida carente de sexo ocasiona deterioro mental, emocional, incluso puede acarrear depresión o hasta ideas suicidas.
2. Dificultad para dormir. La actividad sexual ayuda a segregar una hormona conocida como oxitocina, importante para tener un sueño reparador y placentero. La falta de sexo desencadena, por ende, otros problemas como baja concentración, mal humor, estrés, fatiga, pérdida de reflejos, visibilidad y coordinación de movimientos
3. Autoestima por los suelos. ¿No tengo sexo porque no me consideran suficientemente atractiv@? El sexo es una actividad que mejora la autoestima y que permite tanto al hombre como a la mujer sentirse deseados por el sexo opuesto.
4. Piel apagada. ¡Hasta 10 años más mayor en apariencia puede provocar la falta de sexo! El sexo facilita la eliminación de toxinas mediante el sudor y activa la circulación sanguínea. Gracias al sexo, favorecemos la circulación sanguínea y la oxigenación, factores que benefician a la piel, dándola un aspecto más luminoso y joven
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