Rocío Ramos-Paul quiere dejar claro de lo que se trata.
Los peques suelen disfrutar mucho las vacaciones de verano. Dejan a un lado sus obligaciones para divertirse con amigos y la familia. El problema viene cuando llega septiembre y deben volver al colegio y cumplir horarios.
No se trata de depresión post-vacacional, más bien es una especie de revolución mezclado con un ánimo triste de tener que volver a la rutina.
¿Qué significa volver a la rutina? Cumplir horarios, ya sea para ir a clase, acostarse más temprano o realizar actividades a diversas horas. También el hecho de vestirse todos los días influye. En verano suelen ir en bañador como mucho, entonces les cuesta el tener que vestirse tan temprano todos los días.
No hay que olvidar las normas. En vacaciones hacen lo que quieren, pero una vez acabada la estación de verano, tienen que cumplir sus obligaciones y lo que dicen sus padres a todo momento. Deben estudiar y ser buenos alumnos durante todo el año.
Los padres deben ayudar a sus hijos para que la vuelta sea lo más leve y normal posible. Aunque ellos no tardan mucho en acostumbrarse.
Pero es cierto que depresión como tal no existe en los niños. Aunque hay psicólogos que sí que creen en ello. Depende del término que se utilice para la situación. Para mí es miedo y cansancio de volver a la rutina. Es común en los atrevidines.
¡A levantarse temprano y a estudiar peques!
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