En verano los padres pasan más tiempo con sus hijos y en consecuencia castigan más y con más intensidad.
Supernanny apuesta por castigos inmediatos y que se puedan cumplir porque sino caemos en los «boomerang» (amenazar para luego no llevarlos a cabo).
En la actualidad es tendencia castigar a los peques. Si nos encontramos en época de verano es más frecuente aún, ya que la familia está más tiempo junta. Por lo que se suele castigar con intensidad al hervir la sangre por los caprichos del niño.
Existen diversos tipos de castigos:
– Cuando la madre le dice al niño «ahora te quedas en la esquina solo y sin rechistar«. Es un castigo frecuente y que parece que funciona ya que los peques hacen caso tras no haber ayudado en lo que pariente ha pedido.
– Cuando la madre quiere que recoja las cosas y el niño no lo hace. Entonces surge la típica frase «lo que no esté recogido va a la basura«. Los hijos responden y comienzan a retirar todo del suelo. Podría decirse de una forma más suave, «si retiras todo del suelo, te devuelvo los juguetes«.
– Si el pequeño no hace caso, las madres han cogido la costumbre de decir «te vas a tirar todo el verano sin la tablet«. Los niños así pueden utilizar su creatividad y no estar tanto tiempo mirando una pantalla.
Los padres deben castigar a los niños si cometen locuras o no hacen caso. Aunque quizás de una forma más suave.
Así, los peques comenzarán hacer las cosas de buena manera sin pensar que sus padres están todos los días enfadados con ellos.
Es un tema emocional. Las familias conviven mucho tiempo en verano y es normal que haya momentos de reñir al menor. Las ideas a veces se olvidan y se recurren a los «castigos boomerang«.
¡Escucha aquí los consejos de Supernanny! (04.07.2016) Y cada semana, no te los pierdas en Atrévete.
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