Su peque no es nada afectuoso, ni siquiera se acurruca por las noches con su familia. Su madre está preocupada porque no sabe si es cuestión de que ha nacido siendo poco cariñoso o si se trata de falta de educación.
Es por ello que le pide ayuda a nuestra experta en niños, Supernanny.
¡Pon atención a los diversos consejos!
Nunca está de más dar besos y abrazos a los seres queridos. Que un peque no transmita el mismo afecto que los padres no significa que sea poco cariñoso, simplemente que no es igual que ellos. Cada uno es como es, no hay que obligar a esparcir amor constantemente.
Los padres a veces se preocupan por este tipo de cosas pero no piensan en que las personas expresan afecto de una manera muy diferente.
Las expectativas deben adecuarse a la forma de ser los peques. No hay que empeñarse a que sean más cariñosos, ellos mismos sabrán demostrar la pasión que sienten por sus seres queridos.
El agobio se debe dejar a un lado y habría que cambiar la forma de pensar y no buscar el afecto siempre. El amor se encuentra en las pequeñas cosas que quizás uno no se da cuenta. Se demuestra de diversas formas en multitud de ocasiones.
Ana tiene que dejar de comerse la cabeza por este motivo. Su peque se expresa de una manera distinta a la suya y se debe respetar. Aunque siendo de dos años no tendrá capacidad de entender el lenguaje como lo hace un adulto.
Hay que seguir dando amor a los peques sin esperar nada a cambio. Ya vendrán las etapas en las que abrazarán más y también darán muchos besos, no hay que preocuparse.
Existen tanto los niños y niñas que son afectuosos como los que no y hay que adecuarse.
¡No te pierdas los consejos de Supernanny! (07.01.2016) cada semana en Atrévete.
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