¿Sabéis que una de las principales causas de separación en segundas parejas está relacionadas con los hijos de cada uno?
El problema es que este tipo de familias intentan imitar a aquellas a las que estábamos acostumbrados en el pasado o se intentan ajustarse a lo que hasta ahora hemos pensado que es una familia. Esto es un error y se convertiría en un fracaso total.
Muchas veces, las segundas parejas tienen ganas de ser feliz muy rápido. El problema es que el niño puede seguir pensando que quiere que sus padres biológicos se junten.
Aquí es donde entramos en conflicto. Nosotros queremos que nuestro hijo sea muy feliz con nuestra nueva situación. Pero hay que ir más despacio en este tipo de casos.
Cuando hay nuevos hermanos de por medio, igual. Para que se lleven bien hay que trabajar. Como padres queremos que tengan un vínculo afectivo maravilloso, pero para ellos, en principio, son desconocidos.
Pero cuando esto se trabajaba, normalmente ellos se van a sentir como hermanos. La palabra hermanastros no va a estar en su vocabulario.
Resumiendo: No tener expectativas, dejar que nos sorprendan las situaciones que van apareciendo y saber resolver los conflictos.
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