El «tengo que» viene precedido de un miedo, dolor, disfunción… porque asociamos el sexo a un examen.
Por tanto, para mejorar las relaciones sexuales, también hay que mejorar el tiempo de tranquilidad.
!Pon atención a los consejos de Marian Frías!
Cuando aumenta la presión y la autoexigencia, el sexo pasa a no ser placentero. Por lo que hay que buscar métodos para que esa intranquilidad y estrés desaparezca.
Asociar el sexo como una obligación es lo peor que se puede hacer. El sexo es un juego, nos tiene que apetecer y disfrutar de él. Nunca debe ser lo contrario porque sino se convierte en un problema para uno mismo y también para la pareja.
A veces, cuando el sexo se trata de una obligación para algunos, es porque llevan un miedo en la espalda, escondido. Ya sean dolores a la hora de practicarlo, problemas de disfunción, etc. Por lo que hay que descubrir ese temor e intentar erradicarlo como uno pueda.
El sexo no es un examen que hay que aprobar, es una forma de disfrutar con alguien, ya sea con un amigo, desconocido o pareja. Si para nosotros es una frustración, mejor no practicarlo ya que se generará un rechazo difícil de curar.
Se debe encontrar un punto medio. Mejorar el tiempo sexual…¿Cómo se hace esto? Principalmente, hay que estar más relajados a lo largo de las semanas. Esta es la razón por la que solemos tener más momentos íntimos en verano, ya que el estrés, en muchas ocasiones desaparece por completo.
Buscar actividades, escuchar tu música favorita, un libro e incluso la postura corporal, entre otras millones de cosas, fomenta el estar relajado durante el día.
Dejar la mochila de las presiones atrás es fundamental para acabar con las obligaciones. El sexo existe para disfrutar de ello. Pasar un buen y erótico rato con la persona que quieras.
¡Escucha aquí los consejos de Marian Frías! (22.04.2016) Y cada semana, no te los pierdas en Atrévete.
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