El crucero de Isidro Montalvo está a punto de zarpar desde Mónaco y no encuentran a sus amigos Conchita y Marcelo. Decide llamar a Ferrol para ver si da con ellos pero ¡nada! no hay manera.
¡¡Comienza el fin de semana con una gran sonrisa gracias a la bromita muy rica y muy fresquita de Isidro!!