Se trata de una duda muy frecuente. Desgraciadamente la solución es que crezcan. Pero mientras tanto podemos hacer algunas cosas para que aprendan a convivir.
Por ejemplo, en lugar de castigarlos podemos centrarnos en el rato en el que no están peleándose. Los peques tienen tres y seis años, es normal que tengan sus juegos y sus competiciones a esa edad.
Si nos dedicamos solamente a castigar, eso es atención. Ellos estarán haciendo travesuras para ver quién consigue captar más atención de Mer.
Vamos a reconvertir esta competición y mostrarle más interés a aquel que consiga estar más tranquilo y más tiempo sin pelearse. Reforzar ese comportamiento positivo.
También pueden hacer actividades distintas y jugar ellos solos. En habitaciones distintas. Si cambian los espacios, ellos ya no tienen que verse durante un rato.
Por otro lado, que ellos tengan un juego dirigido. Como padres ponemos las normas de sus juegos aunque ellos lo elijan.
Pero es normal que tan pequeños, el sistema de comunicación entre hermanos sea de pelea.
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