Tiene un hijo de 9 años y el comportamiento del peque últimamente es horrible. En casa era alegre pero ahora está constantemente frustrado y no sabe gestionarlo. Tiene la sensación de que sus compañeros de clase no le hacen caso e intenta aislarse de ellos.
Su madre no sabe cómo ayudarle y es por ello que pide consejo a nuestra experta en niños, Supernanny.
Un niño frustrado suele expresarlo a sus padres de una manera u otra. Esto se genera por sus logros y autoestima, que van cambiando con frecuencia.
La frustración es una vivencia emocional que se presenta cuando un deseo, un proyecto, una ilusión o una necesidad no se llega a satisfacer o a cumplir.
Aprender a tolerar la frustración desde pequeños permite que los niños puedan enfrentarse de forma positiva a las distintas situaciones que se les presentarán en la vida.
Tolerar la frustración significa ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones que nos encontramos a lo largo de la vida, a pesar de las molestias o incomodidades que puedan causarnos. Por lo tanto, se trata de una actitud y, como tal, puede trabajarse y desarrollarse.
Tina tiene que escuchar a su hijo e intentar que cambie su forma de pensar, es fácil ya que todavía no es muy mayor.
Su alegría en casa tiene que trasladarla al colegio y necesita tener más experiencias con amigos y compañeros para que cambie la idea de aislarse frecuentemente.
También debe cambiar la forma de ver las cosas, no es tonto, simplemente que a veces las cosas no salen como uno no quiere. La autoestima tiene que estar equilibrada en todo momento.
Nadie nace sabiendo, en realidad se aprende a lo largo de la vida. Los padres deben aconsejar sobre el asunto que exponga su peque.
¡No te pierdas los consejos de Supernanny! (09.06.2016) cada semana en Atrévete.
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