La niña come fenomenal pero pierde entre 6 y 7 horas sumando desayuno, comida, merienda y cena.
Se ha tornado casi imposible mantener los horarios establecidos para cada comida, es por ello que piden ayuda a nuestra experta en niños, Supernanny.
El hábito de alimentación es fundamental para los peques. Se acostumbran a comer de cierta manera y luego es bastante difícil para que cambien.
Es por ello que quizás, si un niño tarda demasiado en comer, haya que modificar su forma de alimentarse.
Un buen método que puede utilizarse es comenzar a poner un reloj y una alarma, indicando el momento que debería acabar de almorzar o cenar, por ejemplo. Así sentirá una pequeña presión. Si consigue acabar a la hora determinada, se puede premiar al pequeño, sino no.
Esto puede ir utilizándose a lo largo de las semanas, cada vez menos tiempo para estar en la mesa, porque la comida tiene que durar en torno 30 o 40 minutos como máximo en general.
Así irá cambiando su hábito alimenticio y si, además consigue premio cada vez que acaba adecuadamente, modificará como debe ser y de forma rápida.
Lo que sí que hay que tener es paciencia porque algo que lleva haciendo desde hace tiempo es difícil de cambiar, pero no imposible. Con disciplina cada día se conseguirá lo que Raúl quiere.
¡Escucha aquí los consejos de Supernanny! (21.04.2016) Y cada semana, no te los pierdas en Atrévete.
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