Así que si tu pequeñ@ ha decidido ponerse manos a la obra con nuevos retos ¿por qué no le ayudas a que los consiga? quizás le venga bien un poco de ánimo y motivación para lograrlo.
Está claro que unos padres están para enseñar y qué mejor manera que animarles a hacer algo por el bienestar de los demás, por ejemplo de la gente más necesitada. Este propósito permitirá que tu hijito/a sea una mejor persona y se sienta orgulloso de ayudar a la gente.
También hay que tener presente que sean metas realistas ¿de qué sirve frustrarse con algo que es imposible alcanzar? un buen objetivo puede ser mejorar las notas del curso. De esta forma puedes transmitirle la idea de responsabilidad.
Por supuesto, se tiene que respetar un espacio para la diversión. Es bueno que el pequeño tenga objetivos, pero que tampoco sea una cantidad excesiva que no le permita alcanzarlos y le lleve a sentirse agobiado, resultará más productivo unos metas precisas.