Nos cuenta que hasta los 7 u 8 años es positivo tenerlos ya que es lo que ella llama «pensamiento mágico«. Aunque no ha querido perder la ocasión para dar diversos consejos.
¡Pon atención a las pautas dadas!
No es anormal ver como los niños de corta edad juegan con sus amigos imaginarios. No hay que preocuparse ya que suelen desaparecer a medida que van creciendo.
No se trata de algo patológico ni problemático, sino de algo común que les sucede a muchos niños y por lo que los padres no deben preocuparse, salvo en algunas excepciones.
El amigo imaginario es un amigo que realmente no existe, pero para el peque sí que es real y habla y juega con él. En diversas ocasiones, puede ser un objeto no ficticio, como un peluche o una muñeca, pero por lo general, los amigos invisibles no forman parte de la realidad, solamente están en la cabeza del niño, son exclusivos y productos de su mente.
Lo conveniente sería seguir el juego hasta que cumplan 7 u 8 años. Es la edad establecida para que comiencen a ver el mundo tal y como es, dejando a un lado la imaginación.
Si una vez que se haya superado los 8 años el niño sigue jugando con sus amigos imaginarios, habría que tomar medidas. De manera suave se le podría decir al peque que ya va siendo hora que se despida de él.
Si no hiciera caso habría que afirmarle que en realidad no existe, que es solamente producto de su imaginación.
Dos de cada tres niños tienen amigos imaginarios de los cuatro a los siete años. Aunque tampoco pasa nada por no tener. Ocurre en los peques que tienen mucho tiempo libre y son muy creativos.
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