Una técnica que combina lo mejor del Tai Chi y el running para evitar lesiones y cuidar al máximo la anatomía.
¡Descubre cuáles son los beneficios de practicarlo!
Te gusta correr, pero es cierto que es un deporte de impacto y, en ocasiones, las articulaciones sufren más de la cuenta si no se practica de forma adecuada.
Una técnica milenaria como el Tai Chi puede enseñarnos a correr con precisión y control, consiguiendo mejoras espectaculares, y lo más importante: evitando lesiones.
El ChiRunning nace en 1999 de la mano del estadounidense Danny Dreyer. Este descubrió que algunos principios básicos del Tai Chi podían ayudarle a conseguir sus objetivos en sus carreras, de forma que desarrolla la teoría de esta técnica introduciendo principios como la eficiencia del movimiento, la flexibilidad y la relajación, propias del Tai Chi, al running.
Lo que tienen claro los niños es que raramente confían en la fuerza de la gravedad. Ellos corren cayendo hacia adelante y dejando que su cuerpo vaya por delante de sus pies.
A medida que nos hacemos mayores y estamos más lejos del suelo, decidimos correr rectos, y aquí es cuando dejamos de correr haciendo una rueda.
Tu masa se mueve directamente sobre tus pies y comienzas a trabajar contra la ley de la gravedad”.
Y, ¿cuáles son esas técnicas que debemos aportar a la carrera?
– La relajación que facilita una correcta respiración.
– Una adecuada postura corporal: usar la inclinación para propulsarnos hacia delante
– Pisada neutra y uso de la gravedad, para impulsarse sin empujarse con las piernas ni caer con el talón.
– Restar protagonismo a las piernas y aprender a utilizar nuestro abdomen para correr.
– Escuchar a nuestro cuerpo y ser consciente de lo que nos pide para prevenir lesiones.
Y, por supuesto, echarse a correr y a practicar. ¡Adelante!
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