¡Madre mía, si es que nuestro cubano es pesado hasta decir basta! Él quiere «pillar cacho» sí o sí y se esfuerza en conseguirlo, pero no hay manera. Y claro, se pone tan cansino que le cantan las cuarenta.
¡Escucha aquí esta bromita muy rica y fresquita de Isidro Montalvo!