Piensan que Paolo es de una secta mientras él busca a su amor que vende melones

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No hay manera de que nuestro Paolo encuentre al amor de su vida…y mira que el pobre hombre lo intenta. Hoy se ha puesto tan pesado que hasta se han creído que pertenecía a una secta. ¡Escucha aquí esta bromita muy rica y muy fresquita de Isidro Montalvo!