Una imagen que no dejaba de atormentarle en la cabeza fue el germen de una maravillosa iniciativa en la que te invitamos a participar.
Kenton Lee, fundador de The Shoe That Grows, residía en Nairobi. Fue la visión de una pequeña que llevaba unos zapatos tan oprimentes que casi no la dejaban caminar lo que le obsesionó durante un tiempo. En los países de extrema pobreza, el calzado es un lujo. Un lujo necesario ya que previene muchas enfermedades transmitidas por parásitos del suelo. Un lujo que pocos, muy pocos, pueden permitirse.
Por eso Lee buscaba una solución económica y perdurable. Y ¡la encontró! Desarrolló el concepto de «compasión práctica»
Junto a la compañía Proof of Concept creó un zapato que se ajustaba al pie y se expandiese ¡hasta cinco tallas! conforme la persona creciese.
El zapato ha sido desarrollado en dos tamaños: el pequeño cubre a los niños de los cinco hasta los nueve años; el grande, de los 10 a los 14. Está hecho de materiales básicos: piel, goma comprimida y anclajes.
Es plegable por lo que el transporte hasta los países del tercer mundo es sencillo y barato: pueden guardarse 50 pares en una maleta estándar con un peso de unos 20 kilos.
The Shoe That Grows se encarga de distribuirlos a través de organizaciones que trabajan por todo el mundo: México, Malawi, Sudáfrica, Kenia, India y Camboya. Pero hay aún lugares en los que son absolutamente necesarios.
Mira el vídeo y verás de qué forma puedes ayudar
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.